miércoles, 10 de abril de 2019

La primavera, Botticelli.

¡Holaaa a todos divinos de la muerte!

Hoy os vengo hablar un poquito de arte. Más bien de los secretos que esconde un cuadro que seguramente alguna vez habréis visto. La primavera de Botticelli esconde muchas cosas y las vamos a ir desglosando. Mirad el cuadro es este:


Sandro Botticelli pertenece a la generación de artistas renacentistas. Fue uno de los más grandes del Renacimiento Florentino. 
La técnica que utiliza es al temple sobre tabla, está en el Museo de los Uffizi, Florencia y como podemos observar (o no) el tema es mitológico. 
Si no sabéis porqué es mitológico pues ahora lo voy a explicar.

Vamos a comenzar; como podemos observar Venus ocupa el centro del cuadro rodeada de muchas flores, en un jardín. 
A la derecha vemos a Céfiro que intenta raptar a Cloris pero esta no puede gritar y pedir ayuda porque de la boca le salen flores, aquí dejo una foto:


Esto es por un mito griego que decía tal que así: Céfiro y sus hermanos Euro, Noto y Bóreas eran los dioses del viento. Céfiro era el encargado de soplar para traer la primavera. Se dice que tenía muchas esposas pero su gran amor fue  la diosa Cloris, de la que se enamoró al instante de verla. Su hermano Bóreas ya la había elegido; la había raptado y llevado hasta el monte Nifates, en el Cáucaso, por lo que Céfiro tuvo que competir con él. Finalmente lo venció y pudo arrebatársela. Cloris tenía una belleza extraordinaria y permanecía siempre joven. Los romanos honraron a Cloris, una vez que ya estaban casados, con el nombre de Flora. Cada año, al inicio de la primavera, la gente celebraba los Juegos Florales en su honor. 
Cloris pasó, como ya he dicho, a llamarse Flora y fue la diosa de la vegetación. Por ello lleva flores en el vestido, una corona de mirto en el cuelo, etc. 

Podemos seguir con el niño cupido con los ojos vendados disparando flechas ya que en la antigua Grecia intentaban demostrar que el amor es ciego. Se le conocía como Eros, hijo de la maravillosa Afrodita. Sin embargo en el mundo romano se le conocía como el Dios del amor (Cupido), hijo de Venus y Marte:



Vemos que cupido señala a las tres Gracias:  Castidad, Belleza y Amor. Estas mujeres son retratos de mujeres florentinas, están pintadas según el prototipo de Simoneta Vespucci. Para él la belleza era así y no tal idealizada, o perfecta para que me entendáis.
Aquí os dejo otras tres gracias pero al estilo de Rubens para que veáis que son parecidas:

El mito griego de las tres Gracias es que son las diosas del hechizo, la alegría y de la belleza que se encargaban de animar los eventos en donde hubiera placer. Eran hijas de Zeus y la ninfa Eurinome. Sus nombres eran eran Eufrosine, Talia y Áglae.

Por último podemos ver a la derecha del cuadro a Mercurio que está mirando al cielo. En los pies lleva como unas alas (calzado alado) porque era el mensajero de los Dioses. Para los romanos es conocido como Hermes. En la mano lleva como una espada, para que me enredáis, que vendría a significar junto al calzado alado que conecta el mundo de la tierra con el del cielo. Esto es lo que lleva en la mano para que lo veáis mejor.


Y nada más que comentar, bueno sí, que podría hacer otra entrada contando más cosas de este autor o de este mismo cuadre, pero por hoy es suficiente. Espero que os haya parecido interesando, un saludo, ¡sed buenos!






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